Estrías, piel flácida y una barriga ondulada: el cuerpo posparto de la mujer real no se ve tan poético como podría describirlo en los libros.
En realidad, sus cuerpos representan el increíble acto de traer nueva vida a este mundo. Y todas estas dificultades y dolor ya no importan cuando ven la cara de su recién nacido.
1.
